¿Por qué tu bebé necesita DHA?

¿Por qué tu bebé necesita DHA?

Descubre por qué el DHA (un ácido graso Omega-3) es un elemento clave en la nutrición de tu bebé.

 

Cuando estás embarazada o en periodo de lactancia, es muy importante consumir suficiente calcio y ácido fólico. Sin embargo, también necesitas DHA (ácido docosahexaenoico), el cual es un ácido graso Omega-3 fundamental para el desarrollo normal del cerebro y la vista de tu bebé. Si estás embarazada y en periodo de lactancia, debes consumir al menos 2 o 3 porciones de pescado azul (como el salmón) a la semana para obtener suficiente DHA.

¿Por qué es importante el DHA?

El DHA se encuentra naturalmente en la leche materna y promueve el desarrollo normal del cerebro y la vista, lo cual ayuda a tu bebé a alcanzar metas de desarrollo como sonreír, gatear, caminar y tomar objetos. EL DHA es importante, porque promueve el crecimiento rápido del cerebro de tu bebé. Desde que hace hasta el primer año de vida, habrá tenido un crecimiento de 175%. Para cuando tenga dos años, habrá crecido prácticamente en su totalidad.
De acuerdo con el pediatra canadiense Peter Nieman, “algunos estudios demuestran que es necesario un alto nivel de DHA para un desarrollo normal del cerebro y la vista”.
“Toda mamá debe estar consciente de la importancia de incluir DHA en su dieta durante el embarazo y después del nacimiento para garantizar que su bebé reciba los grandes beneficios de este nutriente a través de la leche materna. En caso de no amamantar, es necesario que el bebé consuma una fórmula de inicio con DHA”.

¿De dónde obtiene mi bebé el DHA?

Si estás embarazada o en periodo de lactancia, tu bebé obtiene el DHA de la comida que consumes. Si no consumes al menos 2 o 3 porciones de pescado azul (como el salmón) a la semana, es probable que no obtenga suficiente DHA. Para satisfacer sus necesidades nutricionales, habla con tu médico acerca de tomar un suplemento de DHA.
Si estás alimentando a tu bebé con fórmula, asegúrate de que sea una que esté complementada con niveles adecuados de DHA; mira la siguiente pregunta.

¿Qué alimentos contienen DHA?

Solamente el pescado azul y los mariscos contienen niveles significativos de DHA. Para obtener el DHA suficiente, una mamá embarazada o en periodo de lactancia debe consumir al menos dos porciones de 75 gramos a la semana de pescado azul, como salmón, sardina, caballa y arenque.

Otras fuentes de DHA son:

  • Anchoa
  • Trucha ártica
  • Merluza
  • Mújol
  • Carbonero
  • Trucha arcoíris
  • Pescado blanco
  • Cangrejo azul
  • Camarón
  • Almeja
  • Mejillón
  • Ostión

No se recomienda consumir algunos tipos de pescado debido a sus altos niveles de mercurio. Haz clic aquí para ver una lista completa.

¿Cuánto DHA necesito?

Aunque aún no se ha establecido la dosis diaria de DHA necesaria, algunos expertos recomiendan consumir al menos 200-300 gramos en el caso de mujeres embarazadas o en periodo de lactancia.1,2

¿Necesito un suplemento de DHA?

Si estás embarazada o en periodo de lactancia y no puedes obtener la cantidad necesaria de DHA con pescados y mariscos, consulta con tu médico o nutriólogo la posibilidad de tomar algún suplemento de DHA.

¿Cuál es la diferencia entre DHA y ALA (otro ácido graso Omega-3)?

Nuestra dieta incluye diferentes tipos de Omega-3. Uno es el que encontramos en las nueces y en algunos aceites vegetales, como soya, canola y linaza, el cual se conoce como ALA (ácido alfa-linolénico).
Tanto tú como tu bebé pueden convertir cantidades muy pequeñas de ALA en DHA. Por esta razón, es muy poco probable que puedan obtener la dosis recomendada de DHA simplemente por consumir ALA. Cuando estás amamantando, la mejor manera de obtener suficiente DHA es consumir pescado azul. Si estás alimentando a tu bebé con fórmula, elige una que contenga DHA.

¿Qué es el ARA?

El ácido araquidónico es un ácido graso Omega-6 que se encuentra naturalmente en la leche materna. Tal como el DHA, el ARA es importante para el desarrollo del cerebro y la vista de tu bebé. Los norteamericanos tienden a consumir grandes cantidades de ácidos grasos Omega-6, especialmente de la carne y el huevo, por lo que es muy poco común su deficiencia.